Directorio

Noticias del Distrito XX, Zumpango de Ocampo, Méx.

Con la tecnología de Blogger.
Mail RSS
Menu

Lea Ya: 'Recuentos del Oficio' / A solas con Otto Vargas Masís / Prensamérica Chile


Roberto González Short
Prensamérica Chile
direccion@prensamerica.com
¿Cuándo es el momento indicado para que un periodista, haga un ‘recuento’ de haberes en su vida?
La entrevista de este mes en Prensamérica Internacional© se sostiene sobre esa disyuntiva medular de una figura del periodismo completo y por consiguiente, la columna vertebral de la misma trata de la vida y carrera profesional de uno de los periodistas más reconocidos de Costa Rica, Otto Vargas Masís. Este apasionado del periodismo figura en ese país como uno de los profesionales en Comunicación más destacados de su área y es más que un referente del Periodismo Investigativo quien, desde hace casi 20 años milita para Grupo Nación, un gigante de las comunicaciones en ese país centroamericano.
ESCALANDO CON FIRMEZA
Otto Vargas es un comunicador que se autodefine como un `sucesero’ de hueso colorado, sus afirmaciones encuentran respaldo si nos internáramos en las embarrialadas montañas cuando han ocurridos deslaves en Costa Rica, también se le ha podido encontrar haciendo su labor en terremotos y conflictos de gran impacto. Prensamérica desea hoy brindar reconocimiento público e internacional al Otto Vargas, quien inició sus pasos como Periodista de Sucesos en el desaparecido Periódico El Heraldo, ahí se desempeñaría como Jefe de Nacionales (abril de 1994–mayo1997).
Años después, Vargas se incorpora al equipo de Sucesos del Periódico Al Díatambién como Periodista de sucesos y más luego asume la Jefatura del equipo de sucesos (mayo de 1997 a junio del 2003). Ciertamente Otto Vargas siguió su escalada profesional en virtud de su capacidad para aceptar los desafíos, con esa perspectiva de vida es que pasa en junio de 2003 y hasta marzo de 2011, a ‘las grandes ligas’ en La Nación, siempre en Sucesos.
La labor de este periodista oriundo de Alajuela no se limitó sólo a su faena de ‘sucesero’, también incursionó, gracias a su experiencia, en la Edición, de esa forma lideró proyectos como Editor de la Agencia de Contenidos Nación, Al Día y Jefe de Nacionales y Sucesos. Desde Marzo del 2011 hasta el 31 de junio de 2012, Vargas se destacó en ese puesto, pasando a ser a partir del 1º de junio de 2012, en el Editor de Deportes de La Nación.
El los aspectos académicos, Otto Vargas se registra como el Profesor de la Universidad Federada de Costa Rica en donde ha impartido el curso Introducción a la Información desde enero de 1995 hasta el presente. Es también Catedrático de la Universidad Federada de Costa Rica (2009) y ha publicado algunos textos de notoria relevancia como lo son: ‘El quehacer periodístico’, Editorial Castro Madriz, 2001 y la novela ‘La hora del compadre’, una Obra independiente que salió al público en 2010. Casado con Lucrecia Zúñiga Ureña y padre de un hijo, Juan Pablo Vargas Zúñiga, de dos años y que recién comienza a descubrir el mundo.

A SOLAS CON OTTO VARGAS MASÍS…
¿Dónde, cuándo y en qué circunstancias naciste?
- «Nací en Alajuelita, el sábado 22 de enero de 1972. El cantón celebraba a su Santo Patrono, Santo Cristo de Esquipulas. Hijo, nieto, bisnieto, tataranieto de alajueliteños descendientes de Juan de Solana, un conquistador español».



De pie, el segundo de izquierda a derecha, ahí podemos ver a un Otto Vargas cargado de dinamita para no solamente explotar en las canchas abiertas del fútbol de barrio, sino también para marcar la huella que los nuevos periodistas del siglo XXI quizá quieran seguir.

¿Cómo se desarrolló tu niñez?
- «Tuve una infancia hermosa, con muchos amigos y tardes de juegos. Fueron tiempos felices. Vivía rodeado de
cafetales y algunos potreros, escenario ideal para nuestras pillerías. Allí jugábamos ‘policías y ladrones’, ‘escondido’ y fútbol . Comíamos mandarinas y guayabas hasta que nos provocaban ‘dolor de panza’. Era un mundo mucho más sencillo; no existía tanta maldad ni tanto desinterés por el prójimo».

-¿Cuándo supiste que el Periodismo era lo tuyo?
- «Al salir de la universidad. Mamá (Lidieth Masís) quería que estudiara Derecho, pero yo quería una vida aventurera. De una u otra forma siempre supe que quería ser ‘sucesero’. Soñaba con eso. En aquel entonces, a mis tiernos 20 años, era un adicto a la adrenalina, pero también soñaba con informar de una forma responsable. Nunca me gustó el amarillismo».
Como todo un buen Scout, Otto Vargas siempre buscó la aventura en cada sorbo que deglutió en su vida...

¿Cuál fue tu primer aporte al periodismo?
- «Comencé a trabajar como sucesero en el periódico El Heraldo, el 25 de abril de 1994.Un profesor (Francisco Gamboa) me llevó a ese proyecto, a sabiendas de mi inclinación por
ese tipo de noticias. Me correspondió enfrentarme a verdaderos monstruos de la noticia roja. Creo que mi aporte siempre fue abordar las noticias de forma respetuosa, a sabiendas de que detrás de cada historia hay personas de carne y hueso que sufren desventuras. Me encantaban aquellas en las que se destacaba el triunfo del espíritu humano sobre la adversidad. Como escribí en alguna ocasión, cuando asumí el cargo de editor: “Durante 17 años tuve el honor de compartir mi carrera con los hombres y mujeres más valientes del país: los suceseros. Aprendí de mis yerros e impedí que mi corazón se endureciera ante el dolor. Asumí mi trabajo con pasión, como debe hacerlo un sucesero».

- ¿Qué periodista admiras y por qué?
- «Aprendí de dos grandes maestros: Tomás Zamora y Rónald Moya. Ellos fueron mis mentores. Me enseñaron que la crónica roja conlleva una enorme responsabilidad.
Me enseñaron que el respeto debe primar en todo momento. Los dos son personas visionarias, tenaces; nunca se dan por vencidos. También he admirado siempre la pluma de Nicolás Aguilar, sin duda el mejor cronista del país. Es increíble su facilidad para dar con ese detalle oculto; esa capacidad para atrapar al lector».
¿Quién o qué influyó en tu vida para lograr llegar hasta el sitial que ahora ocupas?
- «El hecho de encontrar en La Nación una familia. Los compañeros y las jefaturas son un verdadero motor. Impulsan tus sueños, aplauden tus triunfos y lloran tus tropiezos. Mi esposa también ha sido una vela en vez de un ancla. Me da fuerzas cuando el camino se torna sinuoso».


Con Grupo Nación en Costa Rica, Otto Vargas ha enfrentado desafíos desde que ingresó a sus filas en 1997.

Usted ha logrado llegar alto y ser siempre una persona accesible para quienes le buscan, ¿Cómo logra eso y a la vez desempeñarse con el Poder que su cargo representa sin herir susceptibilidades?
- «Porque nosotros nos debemos a un público. Vivimos por él; trabajamos por él. Los lectores merecen ser escuchados y comprendidos. El hecho de tener a cargo un equipo profesional no nos desliga de la responsabilidad de dar voz a un país, de luchar por él y denunciar aquello que está mal. Aquello de que el periodismo es una vocación debe ser una máxima, un norte para cualquier comunicador».
Otto con su esposa Lucrecia Zúñiga y su hijo Juan Pablo.

¿Cuáles son los tres reportajes que usted ha publicado que considere más importantes para su carrera?
- «Pregunta difícil, pues en 18 años de carrera hablamos de miles de notas publicadas. Recuerdo algunos que
significaron un reto. ‘Estado deja en desamparo a víctimas de explotación sexual fue un reportaje para el que utilicé una estructura de foco. Los hallazgos de la investigación se contaron mediante la historia de ‘Ivette’, una de las víctimas del asesino conocido como ‘El Descuartizador’. Una y otra vez Ivette regresaba a escena para agregar detalles a la historia. La intención era atrapar al lector y llevarlo hasta el desenlace, con la dolorosa muerte de la muchacha. No hace mucho tiempo publiqué la crónica ‘Olivia guarda silencio’, la historia de una indígena gnöbe a quien condenó un tribunal sin tomar en cuenta su escasa comprensión del español. Fue un relato en segunda persona con narrador omnisciente que intercambia con la señora impresiones. El trabajo fue publicado después por Cosecha Roja, una red de cronistas latinoamericanos.
 Leer 'Oliva guarda Silencio' . También me brindó satisfacción la cobertura de un accidente aéreo. La aeronave se estrelló a escasos 150 metros del cráter del volcán Arenal, para la época (principios del 2000) uno de los más activos y peligrosos del mundo. Las autoridades nos habían advertido que en caso de una colada de lava, nadie sobreviviría. Al Día fue el único medio escrito que llegó a la cima».
¿A qué persona o comunidad consideras que has logrado ayudar más por medio del periodismo que realizas?
- «Creo que cuando se hace un periodismo responsable, valiente, ajeno a presiones pero sobre todo muy humano, el gran favorecido es el país. Costa Rica es un paraíso en cuanto a libertad de expresión, pese a que en materia de legislación la Prensa está en desventaja. Ante los tribunales somos ‘culpables hasta que se demuestre lo contrario’».

- ¿Usted a veces es visto en trabajo de reporteo, cómo lo hace siendo también Jefe?
- «Lo hago por pasión. Creo que la jefatura llega en un momento de madurez profesional, cuando se supone que uno tiene una pluma ‘mas curtida’. Hay que hacer gala de eso cada vez que se pueda. El hecho de ocupar una jefatura no nos quita el ser periodistas. Soy feliz cuando escribo una síntesis, una noticia, un reportaje, una crónica...».
¿Cuál es tu mayor virtud y mayor defecto?
- «Mi mayor virtud es la pasión con la que hago las cosas. Me declaro enamorado de mi profesión. Mi mayor defecto es la impaciencia».

Viene una generación de periodistas abriéndose campo en tu dirección, ¿Consideras que llegan bien preparados para el mundo actual, si los profesores que los prepararon, en su mayoría no son de esta generación tan ‘veloz’? (Internet y todo lo que esa herramienta implica)
- «Excelente pregunta. Igual el relevo generacional siempre ha existido. Ocurrió cuando la máquina de escribir dio paso a las computadoras y cuando el teletipo de papel se convirtió en mensajes digitales. Creo que uno de los grandes males del periodismo, es que es enseñado por académicos con poca o ninguna experiencia de campo. Debe existir un balance. Los profesores universitarios deben promover el cambio de mentalidad, ajustar sus programas a la realidad del periodismo local. La tecnología avanza a la velocidad de un tsunami. Para sobrevivir en esta profesión, hay que estar montado sobre la ola y no en la playa, donde va a reventar».
¿Qué opina del Periodismo 3.0 o ‘Ciudadano’?
- «Me encanta. Es más cercano a la gente. Las personas quieren saber de las personas. Es un periodismo cálido. Exige un manejo responsable de la información; bajar al nivel de lectores, de sus preocupaciones, sus metas, sus sueños...».
¿Cuándo lloraste y por qué, en situaciones del

trabajo de Prensa?
- «No hace mucho. Este año, un conductor borracho mató en una colisión a mi primo Marcelo Fernández Villalobos, un brillante Ingeniero con un futuro más que promisorio. Al Redactor a cargo le pedí que le diera cobertura al hecho sin tomar en cuenta el parentesco. Preferí no conocer los detalles a fondo del percance para no influir en el enfoque. Fue difícil editar ese día a sabiendas de que a mi primo le restaban minutos de vida».
¿Corrió peligro tu vida en ejercicio de tu trabajo?-
¿Cómo?
- «En una ocasión, un desconocido me ofreció $50,000 si le entregaba la lista de reos que hablaron con Parmenio Medina, un comunicador asesinado en el 2001. El sujeto dijo ser parte del grupo homicida. La Policía Judicial me encerró en la casa tres días y me mantuvo bajo vigilancia mientras investigaban».
¿Qué es débil y qué es fuerte en el periodismo de tu
país?

- «La principal debilidad es que se invierte mucho tiempo en registrar los hechos evidentes. Hay colegas que se conforman con un boletín o el decir de un funcionario. Lo fuerte es que existe espacio para la investigación. Hay una sana competencia, aunque los periodistas investigadores se cuentan con los dedos de una mano... y sobran dedos».
¿Cuándo debe un periodista retirarse de una investigación y cuándo debe seguir adelante?
- «Debe retirarse, cuando no logre demostrar una tesis o las pruebas no alcancen. Debe seguir adelante siempre que exista la posibilidad de acercarse a la verdad de un hecho».



Otto Vargas fue uno de los periodistas que más intensamente buscó 'la Verdad' sobre el crimen del Periodista colombiano, radicado en Costa Rica y asesinado en 2001, Parmenio Medina. (Foto Archivo, con el sacerdote Minor Calvo)

¿Si la ley no te lo impidiera, publicarías el rostro de los criminales confesos al informar en Prensa Escrita y TV?
- «No por dos razones: 1) el Principio de Inocencia, 2) publicar rostros puede dar al traste con el Reconocimiento por parte de testigos o víctimas. Eso perjudica la investigación».
- El periodismo, como expresión humana, presiona a veces y denuncia a los corruptos, ¿Considera usted que están contaminadas algunas organizaciones de Prensa en América Latina?
- «Muy contaminadas. Cada vez son más frecuentes las filtraciones del crimen organizado o asoma la corrupción. Los tentáculos son cada vez más visibles y lo peor es que algunas personas han comenzado a aceptarlo como ‘algo normal’. Una sociedad que vea un fenómeno desde esa óptica es una sociedad en decadencia. Hace falta mucha independencia periodística».
-
¿Considera usted que la Prensa en su país es ‘reaccionaria’, que sólo actúa después de que alguien denuncia?
- «En términos generales, si. Dice un refrán que en Costa Rica ‘ningun escándalo dura más de tres días’. Sin embargo, una parte de la Prensa ha sido proactiva en la búsqueda de ‘verdades ocultas’».
Si debieras ‘borrar’ una sola letra de uno de tus artículos, ¿Cuál sería y por qué?
- «Las dejaría todas porque cada una aporta al texto».
¿Qué es lo que más le gusta de la vida en familia?
- «El hecho de saber que trabajo porque añoro una vida mejor para mi familia. Guardo la esperanza de un futuro mejor».
¿A qué equipo de fútbol en Costa Rica admira?- ¿Internacional?
- «Saprissista empedernido, seguidor del Barcelona».



- ¿Qué países conoce y cuál es su favorito para vacacionar?
- «He estado en Colombia, Panamá, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Estados Unidos, España, Suiza, Francia, Cuba, Holanda, Inglaterra y Bélgica. Mi filosofía de Vida es:- Trabaja con ahínco para que al voltear la mirada hacia atrás no asome la vergüenza».

- Mensaje para quienes te ven como un ‘maestro’ en el periodismo práctico del oficio.
- «La pasión no se aprende en los recintos universitarios. Se cultiva desde lo más profundo del corazón. Es una guía que nos ayuda a transitar por una profesión cada vez más volátil».
ACTUALIZACIÓN FEBRERO 2014 / Otto Vargas se desempeña actualmente como Editor de Nacionales a cargo de los temas de Infraestructura, Telecomunicaciones, Servicios y Ciudadanía, en LA NACIÓN COSTA RICA.

0 comentarios:

Publicar un comentario