La frontera que dividía a la vida profesional de la personal de los individuos en las empresas, está desapareciendo o ya dejó de existir.

Y no puede haber mejor ejemplo como lo que sucedió con Brendan Eich, quien sólo duró 10 días como presidente ejecutivo (CEO) de Mozilla, la empresa creadora del popular navegador Firefox.

Tras una intensa carrera de mucho esfuerzo en el competido mundo tecnológico, a este hombre no le duró el gusto y renunció por iniciativa propia a su nuevo cargo luego de estar apenas 10 días en él, ante la presión de una sociedad –o parte de ella- que no le ha perdonado esos “tropiezos” en cuanto a sus manifestaciones ideológicas (y que no tienen nada que ver con la empresa… ¿o sí?).

¿Qué “penitencia” está pagando Eich, quien ayudara a fundar Mozilla en 1998 y además es reconocido por ser el creador del lenguaje de programación JavaScritp, fundamental para el desarrollo de la web?

Lo que arrastra y no se le perdona a Brendan Eich es un aporte de 1,000 dólares que extendió en 2008 para una campaña que apoyaba a la “Proposición 8”, una iniciativa legislativa en California, Estados Unidos, que prohibió el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero luego fue anulada por la Corte Suprema.

BBCMundo recuerda en un artículo que cuando se supo del apoyo de Eich, hace un par de años, provocó críticas en Twitter, pero el tema se calmó.

Como ya se dijo, Eich pasó recientemente unos largos y tormentosos 10 días -desde su nombramiento y hasta su dimisión- ya que luego de saberse sus nuevas funciones, recibió una serie de críticas desde las propias entrañas de Mozilla y hasta de la comunidad homosexual.

Empleados de la compañía han utilizado Twitter para expresar su molestia ante los cambios en la cúpula ejecutiva y exigían su inmediata renuncia.

“Soy un empleado de Mozilla y pido a Brendan Eich que abandone su puesto de consejero delegado”, tuiteó Chris McAvoy, líder del proyecto Open Badges en Mozilla.

Además, tres miembros de la junta directiva de Mozilla renunciaron como protesta al ascenso de Eich. Tales miembros fueron Ellen Siminoff, Gary Kovacs y John Lilly; estos dos últimos son exCEOs de la fundación.

Pero uno de los “golpes” que más resintió la Fundación Mozilla fue la protesta realizada por OkCupid, un sitio web muy popular de citas online, en la que pedía a sus usuarios dejar de usar Firefox:

“El nuevo presidente ejecutivo de Mozilla, Brendan Eich, se opone a la igualdad de derechos para las parejas gays. Por ello, preferimos que nuestros usuarios no usen el software de Mozilla para acceder a OkCupid”. La carta, retirada poco después, finalizaba: “Aquéllos que tratan de negar el amor y, por el contrario, promueven la miseria, la vergüenza y la frustración son nuestros enemigos, y sólo les deseamos el fracaso”.

La empresa pidió perdón a la comunidad homosexual, aunque refirió que reconocen que no actuaron “como se esperaría que Mozilla actuara”.

Antes de su renuncia y con el escándalo a flor de piel, el propio Brendan Eich dijo en una entrevista: “Estoy de acuerdo con la gente que dice que no es algo privado, pero es personal. Pero el principio que he seguido y que aparece en nuestro código de conducta en Mozilla es dejar fuera de la oficina todo lo que no sea fundamental para nuestra misión".

La presidenta de Mozilla, Mitchell Baker, no le quedó más que pedir disculpas. "No hemos podido escuchar, involucrarnos y ser guiados por nuestra comunidad", escribió en su blog. "Mozilla se enorgullece de sus estándares y la semana pasada no estuvo a la altura de ellos. Sabemos por qué las personas están dolidas y enojadas, y tienen razón: es porque no hemos sido fieles a nosotros mismos”.

Correcto e incorrecto

Dentro del plano empresarial surgen varias preguntas que tendrían la función, a la vez, de tratar de revelar el nuevo fenómeno que está sucediendo –y confrontando- entre la sociedad (teniendo en cuenta sus creencias) y las compañías (que deben ser “responsables” dentro de un sistema de creencias aceptado).

En el caso particular de Brendan Eich podríamos cuestionar, ¿qué importancia tiene el que un alto ejecutivo de una empresa, en este caso tecnológica y de gran alcance, manifieste su oposición hacia los matrimonios homosexuales en su comunidad?

(Usar Firefox no te convertirá en un homofóbico)

Sabemos que de cierta manera tanto comunicadores, políticos y empresarios, entre otros, se vuelven líderes que generan cierta influencia en la sociedad, sin embargo, las acciones y/o expresiones que ellos realicen con respecto a ciertos temas, creo yo, no obligan a nadie a seguirlas.

Vivimos en un mundo donde lo que se encuentra reprimido se puede, de la noche a la mañana, convertir en “La Causa” justa por la cual todo el planeta tenga que preocuparse. Sabemos que existen derechos y obligaciones como seres humanos, dependiendo del régimen político, social, cultural y económico, etc., donde se viva, y que cada sociedad debe saber convivir con las distintas expresiones que ahí se generen.

Ninguna sociedad será homologada en sus pensamientos.

Voces a favor de Eich

Algunas voces coherentes con el tema ya salieron a calmar los ánimos del activismo homosexual, argumentando que no se puede llevar la “lucha” de esa manera.

"Si hoy el movimiento de los derechos de los gays consiste en acosar a nuestros oponentes con un fanatismo más propio de los grupos religiosos, entonces que no cuenten conmigo", escribió en su blog Andrew Sullivan, un prestigioso escritor estadounidense y reconocido homosexual que sale en defensa de esa libertad de ideas.

La dimisión forzada de Eich “me repunga”, dice. “(…) Si estamos a punto de intimidar la libertad de expresión de los demás, no somos mejores que los matones anti-gay que vinieron antes que nosotros ".

Esta época contemporánea no está para que una compañía busque confrontar a una parte de la población, porque seguramente se sabrá (gracias a las telecomunicaciones e Internet) y habrá personas dispuestas a confrontar a esos poderes empresariales, hundir su imagen y destruir todo lo avanzado hasta ese momento.

Sin embargo, las empresas no tienen porqué temer al nuevo “poder” de las sociedades, sólo porque uno de sus líderes expresó (en este momento o en otro) alguna idea y muchos tuiteros no comulgan con ella.

Las distintas pasiones que el ser humano experimenta en su vida, al parecer, lo puede llevar a los extremos. Ya lo hemos visto en la historia, millones de hombres y mujeres han muerto por distintas causas, ¿dejaremos que empiece una nueva confrontación inhumana?