Por: Tanya I. Espinosa H.
Las alianzas y las lealtades partidistas se van dejando
guardadas para cuando pasen las elecciones, sobre todo las internas y se
perfilen, por lo menos, para el 8 de marzo las candidaturas definitivas,
principalmente de los municipales.
En épocas actuales y
bajo el cobijo de “información es poder” no se dejan esperar los sablazos en
medios de comunicación sobre todo escritos donde se descalifica a unos y otros.
Es parte del juego y de la estrategia. Empieza la contienda electoral y también
la guerra escrita.
Apenas comienzan las elecciones internas y los golpeteos no
se dejaron esperar, siempre dirigidos hacia los candidatos considerados por el
contrincante como los más fuertes o los potenciales ganadores de una elección.
Se comienzan a barajear nombres y de igual manera, a buscar
cualquier asunto, por mínimo que sea para potenciarlo y usarlo en contra de los
aún pre-candidatos que claramente van a la alza en encuestas y simpatías. Se
recurre a la memoria, a los pequeños tropiezos, a la nota roja o a la historia
familiar para descalificar y meter el golpe.
Desafortunadamente, la guerra sucia en medios y la
descalificación serán los elementos base con los que se trabaje para posicionar
a cierto candidato de algún color dejando de lado las propuestas de gobierno y
el bienestar social que los municipios están esperando de sus candidatos.
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