Por :Tanya I.
Espinosa H.
Mientras que regidores se quejan de malos pagos y ex-trabajadores
del palacio municipal se lamentan de haber sido cesados, ambos bajo el
argumento de una partida pobre por parte del Estatal, el titular del
ayuntamiento Miguel Martínez Ortiz y su familia aprovechan para servirse con la
cuchara grande.
Es un secreto a voces entre los habitantes del municipio de
Tonanitla el nepotismo que se vive en el actual gobierno. Ya es una exigencia
del pueblo la solicitud para que intervenga la contraloría Interna y del Estado
en las nóminas Municipales, debido a que se menciona que aparecen en ella familiares del presidente Miguel
Martínez Ortiz, tales como primos hermanos y gente allegada. Además se pide
revisar el supuesto elevado sueldo de la presidenta del DIF municipal (madre de
Miguel Martínez), ya que se trata de un puesto honorario y debería cobrar un
sueldo significativo por su labor social.
En tanto que una buena parte del dinero destinado al
ayuntamiento se está distribuyendo entre la familia del presidente, el municipio aqueja de austeridad en obra
pública y en servicios. Son evidentes el
retraso en la conclusión de diversas obras y las gestiones de último momento que
se están haciendo ya que esos trabajos no se cabildearon a tiempo para terminar
y cumplir en forma las promesas y construcciones iniciadas pero aún no
concluidas en este gobierno.
Por si lo anterior fuera poco para poner en duda la honestidad
y capacidad estadista del presidente municipal tricolor, ahora se rumora que
Miguel Martínez Ortiz cambió de domicilio y actualmente vive en el municipio de
Tecámac, en uno de los lujosos fraccionamientos del conocido Aarón Urbina
Bedolla. Queda claro que un Gobernante que no vive en el Municipio que “gobierna” no comprende las necesidades de su gente y se encuentra lejos de
simpatizar con su pueblo.
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